Olga Poblete

(Tacna, 1908 – Santiago, 1999)

Como es conocido, uno de los eventos internacionales más importantes que tuvo lugar en Chile durante el gobierno de Salvador Allende fue la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD III) en 1972, para lo que el gobierno popular construyó un moderno edificio en el centro de Santiago, hoy conocido como el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM). Lo que es menos conocido, por no decir totalmente desconocido, es que entre los representantes de Chile sólo había una mujer, esa mujer era Olga Poblete.

Hija de madre soltera, Olga Poblete nació en Tacna a principios del siglo XX, cuando esta ciudad peruana estaba bajo la ocupación chilena después de la Guerra del Pacífico (1879- 1883). Su madre, con mucho esfuerzo logró mudarse a Santiago donde trabajó como costurera y aprendió el oficio de partera, mientras su hija se inscribió en el Liceo de Aplicación. Eran años de dificultades y de pobreza, pero la joven Olga destacaba por su disciplina y dedicación en los estudios. Entró a estudiar en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, donde se graduó como profesora de Historia, Geografía e Instrucción Cívica en 1928.

En 1935, otra notable mujer, la educadora Irma Salas, le propone a Olga Poblete hacerse cargo de la sección de ciencias sociales del Liceo Manuel de Salas, uno de los liceos más importantes de Santiago, que encarnaba los nuevos vientos de la educación experimental. Allí conoce a la profesora feminista María Marchant, quien la introduce en la vida militante, aunque ella mantiene su independencia. Junto a María Marchant, Elena Caffarena, Graciela Mandujano, Marta Vergara, Eulogia Román y un puñado de mujeres más, Poblete trabaja incansablemente por la organización de las mujeres y en 1935 fundan el Movimiento pro Emancipación de las Mujeres de Chile (MEMCH). En una época en que la palabra emancipación era considerada sinónimo de libertinaje, este movimiento inauguró una nueva etapa para la historia social y política de las mujeres en Chile, con un fuerte contenido feminista.

El MEMCH era una organización pluriclasista, que se apoyó en las primeras generaciones de mujeres que accedieron a estudios superiores y también en las trabajadoras, aumentando los escenarios locales para la creciente participación femenina en el ámbito público. Desde su periódico La Mujer Nueva proclamaba la igualdad de la mujer, el derecho a voto y el compromiso con el cambio social que incluía también reivindicaciones como el divorcio y el aborto regulado. Su organización se extendió a lo largo de todo el país y sus acciones fueron decisivas para lograr finalmente en 1949 el derecho a voto para la mujer. La labor del MEMCH fue también importante para que en 1938 el Frente Popular llevara a Pedro Aguirre Cerda a la presidencia de Chile (1938-1941).

El brillante desempeño de Olga Poblete como pedagoga la hace merecedora de una beca para estudiar un máster en educación en la Universidad de Columbia (EE.UU.) donde llega en 1945 cuando “cuando Hiroshima y Nagasaki todavía ardían”. En ese momento la bomba atómica había impactado fuertemente a la gente más consciente EEUU, sobre todo en el medio universitario al que comenzaban a llegar jóvenes mutilados y traumatizados por la guerra. Poblete se convierte a un ferviente pacifismo y descifra la amenaza del imperialismo. En octubre de 1946, justo después de su regreso de EE.UU. se organizó una conferencia sobre América Latina en la Federación de Estudiante y los oradores fueron Hernán Ramírez Necochea y Olga Poblete. Ella habló al final, expuso su experiencia en el “vientre de la bestia” y arengó a los asistentes con frases contra el imperialismo con lo que fue ovacionada por la asamblea. Al final del acto, desde atrás de la sala un hombre corpulento se acercó diciendo: ¿pero tú quién eres? y preguntando ¿de dónde ha salido esta mujer?, era nada menos que el poeta comunista Pablo Neruda.

En 1952 obtiene la cátedra de Historia en el Instituto Pedagógico siendo luego nombrada profesora titular de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, institución de la que llegará a ser decana en 1970. Olga Poblete se especializó en la historia del Extremo Oriente y de África, cátedra que le dio muchos elementos para su trabajo político en el Movimiento de Partidarios de la Paz, con el que obtuvo en 1962 el Premio Lenin de la Paz. Durante la Unidad Popular, participó en los Cursos de Perfeccionamiento para los Profesores de la Universidad Técnica del Estado y Profesores en General, donde dictó numerosos cursos breves para profesores de educación secundaria y para público en general, sobre Historia Contemporánea (Asia y África) en diversas sedes de la Universidad de Chile: Arica, Antofagasta, Valparaíso, Rancagua, Chillán, Concepción, Valdivia. Tenía 65 años cuando el golpe militar la obligó a dejar la Universidad de Chile. Pero Olga no se dio por vencida, como “educadora clandestina” organizó canastas de alimentos para familias sin trabajo, dio charlas, montó exposiciones y escribió varios libros, entre ellos la biografía de su amiga y compañera Elena Caffarena y su último ensayo titulado La guerra, la paz, los pueblos en 1990.

Así era la mujer que el gobierno popular nombró para integrar la comisión organizadora de la UNCTAD III, conferencia de la que ella misma sacaba las conclusiones: “la UNCTAD nos ha dado la oportunidad de mostrar cual es el rostro verdadero de la humanidad contemporánea: aquí están los representantes de más 140 países, con la multifacética variedad de sus problemas y aspiraciones. Han llegado a Santiago de Chile. Recorrerán nuestro país. Nos verán cómo somos en realidad y nosotros tendremos también la ocasión de sentir que la humanidad no es una mera palabra, sino una maciza realidad que necesitamos comprender para jugar dentro de ella el rol que nos corresponde.”

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