Dean Reed

(Denver, 1938 – Zeuthen, 1986)

Enero de 1961 le pertenece a Elvis Presley: las emisoras de radio de los EE.UU. tocan «Are you lonesome tonight?” Sólo 18 meses antes «Our Sommer Romance» de Dean Reed había sido la canción del momento. Pero, hace tiempo que eso está olvidado. El destino de Reed como una promesa de 23 años parece estar sellado. Dado que sus discos se venden bastante bien, al menos en Latinoamérica, la disquera Capital Records organiza una gira por Sudamérica para su descolorida estrella. De regreso en Hollywood, Reed, que a lo largo de su vida nunca ocultado sus emociones, escribe una sentida carta a la revista chilena Ecran: «Les agradezco de todo corazón la recepción que me dieron mientras estuve en su país. Al ver lo mucho que todos me querían, lloré como si no hubiera llorado en mucho tiempo. Mi sueño sería volver y verlos a todos de nuevo».

Reed, hijo de un profesor de matemáticas, crece en una granja de producción avícola en las afueras de Colorado. Durante sus vacaciones, gana unos cuantos dólares en los llamados “Ranchos tipo/de huesped”, imitando al vaquero solitario y tocando la guitarra para los turistas ricos alrededor de una fogata. Un vagabundo que oye a Reed cantar le aconseja que pruebe suerte en Hollywood. 1958 obtiene su primer contrato discográfico. El sueño americano parece hacerse realidad. Pero más tarde en su larga gira de conciertos en Chile, comienza a dudar de esta quimera y de su propio papel en ella. Después de los conciertos «sólo quería caer a la cama inmediatamente», recuerda en su autobiografía. «Los barrios bajos de Santiago» lo sensibilizan sobre la extrema pobreza en el “patio trasero” de los Estados Unidos. «Había niños a la orilla del camino, descalzos, con camisas desgarradas…] Yo antes sólo había visto esas cosas en fotos de África.»

Reed se politiza. En su segunda gira por Chile, después de posar con el equipo de fútbol de la URSS durante la Copa del Mundo de 1962 y de pedir públicamente al presidente John F. Kennedy que detenga las pruebas nucleares, la embajada de Estados Unidos amenaza con confiscarle su pasaporte. En su país natal, la mayoría de las estaciones radiales comienzan a boicotear sus canciones. Reed se va a México y de allí a Argentina, donde en 1965 emite su propio programa de televisión. Invita desde Moscú a la cosmonauta soviética Valentina Tereschkowa y se mete en problemas con la policía secreta. En 1966 es expulsado y se va a Europa. En los años siguientes toca con bastante éxito en Italia y participa en algunas películas de Spaghetti-western y de Gángsters. Hace un exitosa gira de conciertos por la URSS donde vende la mayoría de sus discos y donde su grupo de Fans crece rápidamente.

Su compromiso político también está creciendo. En 1969 es detenido en Roma durante una manifestación contra la Guerra de Vietnam. Un año después es arrestado en Chile, por mostrar una bandera estadounidense desgarrada frente al consulado de Estados Unidos, como crítica a la sucia política exterior de Richard Nixon. Es la culminación de sus seis meses de colaboración con la campaña electoral a Salvador Allende. Más tarde escribirá sobre esta época: «A menudo he dicho que encontré un segundo hogar en el Chile de la Unidad Popular. Y este hermoso país con su maravillosa gente sigue siendo mi hogar hasta hoy día». Reed acepta de buena gana el papel de «hermano Gringo» y así estrecha la mano en proclamación presidencial Allende.

Escribe cartas públicas para convencer a los escépticos del proceso socialista de Chile. A una tal Julia de Santiago, que se queja de haber perdido su trabajo en una empresa internacional, le responde: «¿Sabes qué trabajo te queda en Chile? Trabajar con dignidad por primera vez porque será un trabajo para ti y para todos tus seres queridos y en beneficio de tu pueblo y no sólo en beneficio de los grandes capitalistas extranjeros […] Mientras yo escribo canciones, tú escribirás la historia. ¡Te envidio a ti y a tu futuro!”.

A principios de 1971 Reed actuó en el festival de música Viña del Mar en Chile, que era ya muy conocido en toda América Latina. Luego recorre el país en un camión de la Central Unitaria de Trabajadores CUT, un «coche de agitación móvil». Otra vez, él mismo habla sobre su compromiso, habla de sus encuentros con mineros en Chuquicamata, sobre «conversaciones con los campesinos de Concepción, trabajadores y artistas en Santiago». El 25 de mayo, todos los grandes diarios publican su carta de despedida, que pretende ser en realidad un «saludo al reencuentro». «Todos los chilenos tienen diferentes ideas sobre la vida, cada uno de ellos tiene un pasado diferente, pero todos tienen un futuro que los unirá».

El futuro de Reed, por otra parte, tendrá en adelante lugar en el bloque de Europa del Este. Se instala en la RDA. En el verano de 1973 interpretó la canción «Decimos sí” en el 10º Festival Mundial de la Juventud en Berlín del Este. Después del golpe militar en Chile, se involucra en la «solidaridad anti imperialista». El mismo año viaja a Uruguay y actúa en un festival de música por Chile y Vietnam. En 1977 Reed rueda en Bulgaria la película «El Cantor», una acusación por el asesinato del cantante chileno Víctor Jara, en la que actúa en el papel principal, mientras que los exiliados – como el ex ministro de Relaciones Exteriores de la Unidad Popular, Clodomiro Almeyda – se representan a sí mismos.

Mientras sus seguidores celebran a Reed como un auténtico luchador por el socialismo, sus oponentes lo ven como un «muñeco de la propaganda». Como cantor por un mundo mejor, pasa por alto las contradicciones políticas y asume las consecuencias de su lealtad política con Cuba, la URSS, Palestina, Chile y la RDA. Por las dudas, cuida que la imagen del enemigo esté siempre clara, al igual que su cuidado peinado.

A pesar de las numerosas apariciones en el programa «Ein Kessel Buntes» y en varias producciones de DEFA (su legendaria aparición en «Blutsbrüder» con Gojko Mitic), a principios de los años ochenta sufre su decreciente fama. En se Hogar de la DDR» se siente cada vez más incómodo. Después de dos años como miembro informal del servicio de Seguridad del Estado, el «IM Víctor» se aleja cada vez más de las directrices políticas de la RDA. Reed critica a la «clase burocrática» y planea regresar a los Estados Unidos. Un proyecto cinematográfico de DEFA queda sin terminar y la caída de su carrera es seguida por problemas privados, sus amigos hablan de depresión. Reed no llegará a vivir el fin de la dictadura militar-civil. En junio de 1986 su cuerpo fue encontrado en el lago Zeuthen cerca de Berlín. Todo indica que fue un suicidio. Esta vez, el vaquero solitario no dejó ni una sola carta.

Dean Reed

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